Surgen rajaduras porque una causa externa, como por ejemplo ingreso de agua superficial, rotura de desagües o albañales, reducción de los volúmenes de suelo debajo de las fundaciones, obras adyacentes, vibraciones, entre otras, cambia las condiciones del suelo reduciendo su capacidad portante. En estos casos la edificación se asienta y, al no hacerlo en forma uniforme, se producen los llamados ‘asentamientos diferenciales’, que generan quebraduras en la mamposterìa.
Mientras que las llaves en las paredes sostienen poco, ya que el peso de la edificación hundiéndose es débilmente sostenida por un grupo de hierros colocados en la mampostería de las paredes, la tecnología desarrollada por FI CONSTRUCCIONES, no solo recompone la capacidad portante, sino que también estabiliza y solidifica el suelo debajo de la fundación, frenando el avance del deterioro y previniendo futuros inconvenientes.
Los ahorros de tiempo de la tecnología Fi CONSTRUCCIONES en comparación con métodos tradicionales es de aproximadamente 40% La eficiencia en términos de tiempo de ejecución de obra, materiales empleados e invasividad, significan menores costos y menor impacto en las actividades del edificio intervenido.
No es necesario suspender las actividades del edificio intervenido, ya que la ocupación en cada punto de intervención, es de 2 o 3 m2. Muchas de ellas se pueden hacer por el perímetro externo y al tener un bajo impacto (pequeñas roturas de solados), rápidamente pueden seguir con sus actividades normales.
Dada la alta capacidad de penetración de la lechada y de las presiones utilizadas, es necesario asegurarse de que las cañerías y desagües cercanos a la zona de inyección estén intactos y sin pérdidas, para lo cual se deberán realizar las pruebas hidráulicas correspondientes para evitar futuros inconvenientes.
La lechada inyectada, no se deteriora en presencia de agua, ni se disuelve.
Respecto al trabajo, una vez ejecutada el mejoramiento de suelo, (Aumentar la capacidad portante del mismo), esta es permanente. Lo que se debe asegurar es que no se erosione o retire el suelo en las inmediaciones de las inyecciones, ya que se reproduciría el problema. Escribinos con tu consulta a [email protected] o 3513273290
Suele deberse a uno o a un conjunto de motivos: suelo no-apto para edificación; deficiente consolidación y/o compactación del terreno; pobre cimentación; errores en la transmisión de cargas; utilización de materiales constructivos inapropiados; rotura de cañerías públicas o privadas; desmoronamiento de pozos absorbentes; construcciones adyacentes; movimientos de suelo; raíces de árboles; tráfico; presencia de hormigueros o roedores; o el mero paso del tiempo.
Si. Los suelos se expanden o contraen ante distintos shocks. Arcillas, limos, gravas, o arenas, sufren distintos efectos en función de su textura, densidad, contenido y PH del agua, pero también de los regímenes de temperatura, precipitaciones y humedad; todos factores que inciden en la fortaleza del suelo. Cuando el suelo y las fundaciones se debilitan, la construcción se asienta sobre una base no-uniforme, generando asentamientos diferenciales, ya sea en una parte de la propiedad, o en su totalidad, con su consiguiente sintomatología: grietas en paredes; hundimientos; desniveles; aberturas funcionando incorrectamente.
En residencias y negocios, por lo general:
a) los propietarios son responsables de sus propias instalaciones que a su vez son alimentadas por caños ‘maestros’ o ‘colectores’ provistas por prestadores de servicios.
b) Los municipios son responsables de la evacuación de los excesos hídricos que se encuentran fuera de las instalaciones domiciliarias/privadas. A su vez, existen varias autoridades que son responsables en distintas medidas e instancias tanto de las redes, como de medidores y cañerías de agua que se encuentran fuera de la propiedad. Eso implica que la responsabilidad de los propietarios NO es la reparación de roturas ni bloqueos de la red pública, como así tampoco el pago de ningún volumen de agua desperdiciada como resultado de roturas o negligencias acaecidas fuera de la propiedad.
A su vez, es importante identificar otra sintomatología o conjunto de factores que podrían indicar signos de subsidencia: ¿los pisos están hundidos o desnivelados? ¿Las puertas o ventanas han dejado de funcionar correctamente? ¿Las cañerías están rotas? ¿Ha habido o hay algún pozo desmoronado o sin rellenar en la proximidad a las grietas? ¿Hay charcos de agua en el perímetro externo a la vivienda? ¿Se ha roto alguna cañería publica? ¿Algún vecino ha construido en las inmediaciones?
Todas las aberturas, independientemente de los materiales y la antigüedad que posean, están sujetas a sufrir estos desperfectos, los cuales se producen debido a que el suelo bajo fundaciones ha perdido capacidad portante y ya no está en condiciones de soportar el peso de la estructura, produciéndose movimientos y desequilibrios que se reflejan en patologías constructivas como las primeras en mencionar. Por lo general, el suelo pierde capacidad portante por lo siguiente motivos: